¿Qué es la Basura Cero o zero waste?

Antes de hablar de Zero Waste, Cero desperdicio o basura cero, cómo se le conoce en español. Te pregunto, ¿Qué pensarías si te dijéramos que una persona produce, en promedio, 1.2 Kg de basura al día?, ¿lo creerías?

Gracias a esto y muchas más acciones humanas irresponsables hemos impactado nuestro planeta de una manera casi que irreversible, agotando recursos no renovables, contaminando ecosistemas fundamentales para el equilibrio de La Tierra con la cantidad absurda de basura que producimos. 

Está claro que debemos tomar medidas inmediatas, pero por supuesto, la mejor manera es comenzar por nosotros mismos. En este espacio te contaremos todo lo que quieres y necesitas saber para reducir tu propia huella ambiental y comenzar con un estilo de vida de cero basura, aprovechando al máximo los residuos de todo lo que consumes. Te damos la bienvenida al mundo del Zero Waste

Qué es Zero Waste o basura Cero

Entonces, ¿Qué es Basura Cero?​

Basura Cero

Antes de contarte que es el Zero Waste o Cero Desperdicio, debemos explicarte las razones por las que ha surgido este movimiento. Todo empezó con los movimientos ecológicos que empezaron a surgir a principios de los años 2000, debido a las altas tasas de contaminación y el rápido consumo de los recursos naturales, que hoy en día se mantienen. Esto ha llevado a que el planeta se encuentre en un punto crítico que requiere de la ayuda de todos para poder revertir esta situación.

Ha sido gracias a las redes sociales, las campañas internacionales, y a la educación encaminada al consumo responsable, que se ido creando una conciencia sobre el cambio climático y cómo ayudar para detenerlo, incluso con acciones cotidianas.

El Zero Waste es un movimiento que ha tomado fuerza desde el año 2008, en el cual, las personas que pertenecemos queremos generar conciencia de lo que sucede en el planeta cuando no estamos conectados con él. Buscamos nuevas maneras de consumo para que cada uno de nosotros pueda reducir su huella de carbono.

El término Basura Cero, se dio a conocer gracias a Bea Johnson, una mujer francesa que vive en Estados Unidos, que decidió empezar a disminuir la generación de desperdicios en su hogar, buscando reemplazar objetos de uso cotidiano que suelen generar mucho desperdicio, por opciones más amigables con el ambiente para no generar basura. 

La filosofía Zero Waste consiste en reducir los residuos que generamos cotidianamente. Pero no solo se limita a disminuir la cantidad de basura que generamos, también nos impulsa a alimentarnos de forma más natural, y dejar de utilizar cosas materiales que realmente no necesitamos, para poder vivir los momentos y las experiencias al máximo, pudiendo disfrutar de lo verdaderamente importante. 

El Zero Waste es una tendencia que abarca diferentes aspectos de nuestra vida cotidiana, y que busca que, con pequeños cambios en nuestra forma de vivir, disminuyamos la huella de carbono que dejamos en el planeta.

Queremos que las personas dejemos de pasarnos la vida pensando en gastar, comprar y consumir y en lugar de ello comencemos a vivirla más y a disfrutar de las maravillas de nuestro planeta sin tener que dañarlo. Y todo esto es posible si sigues una serie de pasos que te enseñaremos aquí.

Dentro de esta práctica nos acostumbramos a decirle no a aquello que no queremos ni necesitamos. Reducimos al máximo las compras, los alimentos y los hábitos que no nos aportan y que contaminan. Reciclamos y reutilizamos ciertos elementos que son de uso cotidiano y de único uso.Y por supuesto, compostamos los residuos orgánicos de nuestros propios alimentos o productos.

El propósito principal es que al final del día no generemos desechos, sino encontrar la manera de alargar la vida útil de los residuos. Si quieres conocer un poco más acerca de este movimiento, de donde surgió y cuál es su filosofía, te invitamos a que sigas leyendo.

¿Cómo incorporar el Zero Waste a nuestras vidas?

En este movimiento buscamos reducir el impacto medioambiental de los seres humanos a través de diferentes acciones para convertir los residuos en elementos útiles y no en basura.

Cuando hablamos de residuo nos referimos a aquellas cosas que aunque ya han sido utilizadas, pueden ser reutilizadas varias veces más y como última opción, ser recicladas. Algunos materiales que cumplen este requisito son el vidrio, la lata, el aluminio, algunos tipos de plástico y papel reciclables y pór supuesto, residuos orgánicos. 

Aunque no existen unas reglas específicas, ni una forma correcta e incorrecta de ser Zero Waste, los impulsores y promotores de este movimiento están de acuerdo en que la base para comenzar es siguiendo las 5 R: Rechazar, Reducir, Reutilizar, Reciclar, y Compostar (en inglés Rot).

Estos pasos deben ser practicados y seguidos en ese orden, pues, según expertos en el tema de Zero Waste, la última opción a la que debemos recurrir es al reciclaje, ya que este implica desperdicios, lo cual no es el resultado que se busca. 

Te invitamos a que leas y conozcas más sobre estos cinco pasos para volverte Zero Waste. Aquí te explicamos en qué consiste cada uno y cómo puedes aplicarlos en tu día a día.

1. Lo primero en el reto de basura cero es Rechazar:

Este es el primer paso. Cuando compramos algo estamos aportando a la demanda para que se fabrique más. Intenta no volver a casa con más cosas de las que saliste. Comienza por ahí.

Este paso lo debemos practicar en nuestro día a día, pues implica decirle ‘no’ a lo que realmente no necesitamos y a cosas cotidianas que generan contaminación. Como alimentos que vienen en empaque cuando puedes conseguirlos a granel.

Puede sonar difícil, pero no te preocupes. Es cuestión de entender que existen muchas cosas a nuestro alrededor o que consumimos diariamente que de verdad no son indispensables. La idea es aprender a decir no a todas estas.

rechazar

Un ejemplo de esto son las bolsas de un solo uso en todas las circunstancias; los pitillos/pajitas, pues realmente son innecesarios, las bebidas embotelladas y los alimentos procesados, entre otros.

2. Reducir lo que no necesitamos o tenemos en exceso:

reducir

Hay que ser conscientes que hay cosas que no podemos eliminar un 100% de nuestra vida, y el movimiento de Zero Waste lo sabe también.

Sin embargo, existen cosas que tenemos en exceso y no somos conscientes que realmente no las necesitamos o no las usamos. Reducir no solo implica la cantidad, también podemos reducir en tamaño, complejidad, distancia e impacto. 

Para hacer esto debes tomarte el tiempo y analizar qué cosas no necesitas realmente. Puedes comenzar desde tu propia casa. Haz una lista de esas cosas que de verdad no usas o necesitas. Esto también incluye alimentos empacados que en realidad pueden conseguirse sin empaque.

No las tires, solo tenlas en mente para no volver a comprarlas. Y si de verdad a ti ya no te son útiles, intenta buscar a una persona que vaya a usarlas.

Bea Johnson (pionera en este movimiento) empezó por reducir las cosas que no estaba usando en la cocina “¿Para qué necesitas dos palas de madera, o dos de cada cosa, cuando en realidad utilizamos uno a la vez?”.  

El segundo lugar donde Bea recomienda hacer este autoexamen es en nuestro closet o guardarropas. Algunos estudios demuestran que en promedio las personas solo utilizan un 20% de la ropa que tienen en su closet, y que el 80% se tiene “por si acaso”. Y este proceso de reducción se puede hacer con diferentes cosas en diferentes lugares de la casa.

Reduce también el tiempo en que usas la ducha, los electrodomésticos. Reduce el tiempo que inviertes en cosas que te hacen gastar dinero y que generan desechos. La idea es aprender a usar nuestro tiempo y recursos en cosas que realmente lo merecen

También podemos reducir la cantidad de cosas que compramos con empaques de un solo uso y reemplazarlo por alternativas más ecológicas como comprar a granel y reutilizando empaques.

Reducimos la complejidad cuando en vez de comprar miles de productos de aseo (que realmente no son necesarios), utilizamos un producto hecho en casa y de origen natural. 

Reducimos la distancia cuando compramos local, y no hablamos solo de comprar productos hechos en tu país. Sino comprar productos cultivados cerca, frescos y naturales

Y por último, reducimos el impacto cuando reutilizamos las cosas, cuando les encontramos un nuevo uso.

3. Reutilizar:

Este es uno de los más fáciles y divertidos de hacer y te ayuda a economizar. Cuando hablamos de reutilizar queremos decir darle una segunda vida o uso a un objeto o material que bajo condiciones corrientes, desecharíamos. 

Cuando no logres aplicar los dos puntos anteriores (rechazar o reducir), lo ideal es que logres reutilizar el producto para no tener que desecharlo, o por lo menos, algunas de sus partes. 

Esto nos ayuda a no olvidar que no es necesario comprar cosas nuevas, si de verdad no son indispensables. La idea aquí es reparar, o en otros casos alquilar o comprar productos de segunda mano. Darle una segunda vida a estos productos.

reutilizar

Es importante entender que las cosas no tienen siempre la vida útil que proponen las marcas o las empresas. Este es el paso para sacar la creatividad y la curiosidad y valernos de ellas para alargar la vida de las cosas que usamos.

Por ejemplo: Compraste algún alimento que inevitablemente tenía un empaque plástico. Usa ese empaque al máximo. Busca maneras de darle más vida útil. Reusa las bolsas o las botellas, incluso puedes hacer artesanías, materas… puedes encontrar miles de tutoriales en Youtube para sacarle el máximo provecho a estas cosas que nos dicen que son “desechables”. El vidrio, la ropa y más cosas de tu hogar de las que imaginas, tienen muchísima más vida útil de lo que piensas.

4. Reciclar:

reciclar

El reciclaje, siendo uno de los últimos pasos de este ciclo, es uno de los más conocidos por las personas. Reciclar es reconocer los diferentes tipos de basura y desecharlos correctamente para que cada uno sea tratado de la forma adecuada.

Como lo dijimos anteriormente, este debe ser uno de los últimos recursos, ya que además de que en muchos lugares no se hace el proceso adecuado de reciclaje, al continuar comprando productos que requieren ser reciclados, perpetuamos la producción de estos objetos. 

Según estudios solo un 14% de los envases plásticos es reciclado realmente. A la hora de reciclar procura hacerlo de manera adecuada y asegurándote de llevar los productos a centros certificados de reciclaje.

Si no sabes clasificar algo, investiga, pregunta. Nunca te quedes con la duda. No es algo insignificante. Un producto mal clasificado puede dañar los que hay a su alrededor, contaminando y haciendo que el trabajo de las personas que viven del reciclaje sea más difícil.

5. Compostar (Rot):

En este paso vamos a diferir con los expertos en Zero Waste. 

En realidad no deberíamos tomarlo como última opción. Todos deberíamos compostar en casa. Y considero personalmente, que este, es el paso menos negociable de todos.

Dicen que este es otra forma de reciclaje, pero para productos orgánicos. En realidad el compostaje es a lo que todos deberíamos recurrir, ya que todos consumimos alimentos que provienen de la naturaleza y lo más consciente y responsable que podemos hacer es desecharlos como se debe.

composta

No podríamos ser Zero Waste si juntáramos los residuos orgánicos con el resto de desechos. Los líquidos que estos botan se llaman lixiviados y estos, en un ambiente lleno de otro desechos como los basureros municipales, generan gases efecto invernadero. Muy contaminantes y tóxicos para nuestro planeta.

En realidad, no deberíamos llamarle “desecho”, al producto final que deja el compostaje.

Esto se hace atreves de un proceso en el cual se pican los desechos en partes más pequeñas y se depositan en una maceta de barro o compostera, luego se cubre con tierra y se esperan unas semanas hasta que los residuos orgánicos se descompongan y se conviertan en tierra.

Es muy fácil y cualquiera puede hacerlo y tenerlo en casa. También puede comprarse y no requiere ningún motor o mecanismo para que funcione. 

El resultado final: una tierra muy fértil,excelente abono para tus plantas y jardines y lo más importante, sin incrementar la producción de gases efecto invernadero.

Aunque podríamos decir que estos pasos son la base para convertirse en Zero Waste, no es obligatorio acogerse estrictamente a ellos. Sobretodo por el orden. Muchos de los impulsadores y promotores de este movimiento están de acuerdo con que cualquier acción, por pequeña que sea, ayuda al planeta. Este movimiento no busca ser radical ni pretende que todas las personas lleguen al cero desperdicio. Por el contrario, lo que busca es conscientizar, varias personas haciendo pequeños cambios podemos generar un gran impacto. 

Por aquí te recomendamos una manera diferente de comenzar: Comienza con responsabilizarte de tus residuos orgánicos. Mi intención no es contradecir a nadie, pero verás que hasta con algo tan simple como las cáscaras de las verduras que comes todos los días, puedes tener el mejor abono para tus plantas.

Comienza despacio, por los pasos que más se te faciliten. Vas a ver que poco a poco esto te va a gustar.  Te va a apasionar retarte a que cada día generes menos basura. Lo vas a ir interiorizando hasta que se convierta en parte de tu día a día.

Como te decíamos, ser Zero Waste no solo se reduce a estos pasos. Rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, y compostar. Al hablar de Zero Waste también buscamos estar enterado de lo que está pasando en nuestra tierra y en nuestro entorno.

El Zero Waste promueve la buena alimentación, fomenta la industria local y natural, nos ayuda a darnos cuenta de lo que es realmente importante dejando de lado lo material. Nos ayuda a conectarnos con la naturaleza, con nuestra esencia. Nos enseña a cuidar economía del hogar al consumir menos cosas innecesarias.

En este proceso aprendemos a hacer las cosas nosotros mismos, mejorando nuestra salud pues somos más conscientes de lo que comemos y nos alimentamos mejor.

También buscamos maneras de elaborar nuestros propios productos de aseo, para comenzar a incorporar a nuestra vida cosas libres de químicos, lo cual ayuda a desintoxicar nuestros cuerpos. Así te podríamos decir muchísimos más beneficios, pero en general, queremos que sepas que este es un movimiento que no solo ayuda al planeta, sino a ti. 

En esta página te invitamos a que conozcas mucho más acerca del movimiento Zero Waste, y de cómo implementarlo a través de diferentes tips basura cero para poder llevar una vida más sostenible

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)